LA CUMBRE DEL G20 Y LA CSI

LA CUMBRE DEL G20 Y LA CSI

El G20, las principales potencias económicas, que representan el 85% de la economía mundial, los 20 países más poderosos del mundo, tuvieron el 26 de marzo una cumbre de emergencia, para tratar el tema de la pandemia, y como se trataba del corona, estuvo presidida por uno con corona, el rey saudí Salmán.

Inmediatamente terminada la reunión, inclinó la cabeza y se pronunció la Confederación Sindical Mundial (CSI), bajo el título de: “La cumbre del G20 da muestras de liderazgo mundial” pero debemos decirles que de haber existido algún liderazgo, no estaríamos en la situación en que nos encontramos, la cumbre fue fundamentalmente para salvar los muebles, la economía que se les viene abajo, por la crisis económica que se avecina una vez terminada la emergencia. Pero como en toda crisis la burguesía salva los muebles, redoblando la explotación y llevando a la miseria a más sectores de trabajadores y del conjunto de la población.

En el texto insiste la CSI, que el G20 ha tenido un “extraordinario liderazgo” para afrontar la crisis del COVID-19, seguramente miraron alguna película de ciencia ficción, porque la realidad en las calles de las ciudades del mundo, dicen todo lo contrario y los habitantes del planeta lo saben. Cómo afrontan la crisis cuando más de la mitad de la población mundial no tiene empleo, ni tienen seguridad social, no tienen techo, y esa es la realidad previa a la presencia del coronavirus, que no la han podido resolver en decenas y centenas de años, a lo largo de la existencia del sistema capitalista, sistema de explotación que es apoyado por la CSI, con un discurso engañoso, disfrazado de diálogo, de colaboración, que no es más que conciliación de clases, en una lucha que necesariamente es irreconciliable.

Hablan de unos compromisos para “la protección de los trabajadores, el empleo y la economía” pero ya se ha comenzado en nombre de la economía a despedir trabajadores violando todo tipo de legislación, sin una liquidación que por derecho les corresponde, sin respetar la estabilidad laboral, y se pretende todo tipo de artimañas, para como siempre, en toda crisis, cargar el peso en las espaldas de los trabajadores, y agradecen la cooperación económica a escala mundial, como que si algo nos estuvieran regalando; olvidan que el financista de todo esto, el Fondo Monetario Internacional, no ha salvado nada en ninguna parte, solo han prestado dinero por el cual han sometido a los gobiernos para dictar medidas antipopulares, relegar las necesidades vitales de los pueblos y privilegiar el pago de las deudas eternas que mantienen los gobiernos en contubernio con el FMI, es esa la política que los dirigentes de la CSI aplauden y agradecen y con la cual abiertamente colaboran, la política del capital financiero y de las transnacionales.

Felicitan al G20, por el estímulo económico sin precedentes y por la “protección de los trabajadores” y por “salvaguardar empleos”; hay que ser ciegos, sordos y mudos, para felicitar a la patronal, a quienes gobiernan en representación de la burguesía, al enemigo de clase de obreros y trabajadores, o realmente hay que haber traicionado los intereses y derechos de los trabajadores, y estamos seguros que se trata de esto último, pues las multimillonarias ganancias que obtienen las transnacionales, alcanzan para que con unas migajas, se compren conciencias y dirigentes de organizaciones sindicales.

Ante una amenaza contra toda la humanidad, como lo es una pandemia, optan por el discurso patronal, de hacer llamados a la unidad, de proponer el diálogo social, de pedir la

 

inclusión de sindicatos y sector empresarial, y suponen que ésta declaración de la cumbre “aporta esperanzas”. Da pena de cómo están confundidos o de cómo pretenden confundir a los trabajadores del mundo. Pretenden la conciliación de clases para salvar a la burguesía, pretenden apuntalar y fortalecer al sistema capitalista, para que continúe con la explotación y para que cíclicamente se repitan las crisis, por la caótica producción capitalista y para que se profundice la pauperización de todos los pueblos.

Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, declaró que “Los sindicatos de todo el mundo están dispuestos a poner de su parte para que esto funcione” lo cual es una osadía el tomarse el nombre de los sindicatos del mundo, porque esa no es la posición de los sindicatos de clase, afiliados a la Federación Sindical Mundial, FSM, no es la posición de los pensionistas y jubilados del mundo, no es la posición de los pobres, de los desocupados, de los subocupados, ni siquiera es la posición de sus propios sindicatos, porque todo eso está en contra de los intereses de clase de obreros y trabajadores, de los explotados del mundo. La FSM condenamos los intentos de conciliación de clases con la burguesía y llamamos a mantenerse atentas a nuestras organizaciones.

Si los gobiernos de la burguesía, habrían tenido una economía planificada, si habrían tenido alguna preocupación por la salud de sus respectivos pueblos, la realidad para enfrentar la pandemia habría sido otra, no habría pasado de una epidemia que fue superada sin mayores consecuencias fatales. Es una muestra de la incapacidad de la burguesía para atender las necesidades de la gran mayoría de la población.

La humanidad asiste a una demostración de cuáles son los efectos de la desigualdad social, los gobiernos decretan quedarse en casa, pero más de la mitad de la población, solo pueden conseguir un pan el día que trabajan y le ponen a escoger si se muere por el virus o se muere de hambre; esta es la realidad desde que nacieron, la realidad que heredaron de sus padres y la burguesía pretende que se la trasladen a sus hijos. Por eso es que la presente guerra no puede ser solamente contra el corona virus, sino que la lucha debe redoblarse contra el virus de la explotación, contra el virus del sistema capitalista. Parte de esa lucha es la denuncia y el combate a las posiciones conciliadoras al interior de las organizaciones sindicales.

Esta crisis sanitaria demuestra también, que las relaciones obrero patronales, quedaron obsoletas con respecto a las formas de producir en el siglo XXI, están obsoletas las relaciones de sometimiento, abuso y explotación, quedaron obsoletas de la misma manera que un día lo quedaron las relaciones esclavistas, posteriormente le ocurrió lo mismo a las relaciones feudales y este momento le ha llegado ya la hora a las relaciones capitalistas, en consecuencia, es necesario reformar esa relaciones a partir de reformar las formas de propiedad de todo aquello que es necesario para producir, de lo que se entiende como medios de producción, que ya no pueden seguir manteniéndose en manos privadas, sino que deben corresponder al conjunto de la sociedad, en beneficio no de unos pocos, sino de la totalidad de la especie humana. La tarea es esa.

Lisímaco Velasco Secretario de Propaganda UIS de PyJ de la FSM 03/04/2020

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