LA CSU EN DEFENSA DE LOS PENSIONISTAS Y JUBILADOS, DE SUS DERECHOS Y REIVINDICACIONES

Nueve millones de personas cobran en el estado español una pensión, es decir un dinero por jubilación, viudedad, incapacidad, etc. Dicho de otra manera, se trata de un grupo social que  representa  la quinta parte del total de la población española y que supone electoralmente el nada desdeñable 25 por ciento del electorado. Aspectos ambos a tener en cuenta por toda organización sindical que se precie  si quiere defender consecuentemente sus derechos y reivindicaciones. Derechos como el de poder jubilarse a los 60 años con el cien por cien de la prestación por jubilación, y que ésta sea suficiente para afrontar con dignidad los años de jubilación. Y reivindicaciones como las que la CSU (Central Sindical Unitaria) de pensionistas y jubilados reclama desde hace tiempo:

- Una paga mínima por lo menos igual al salario mínimo interprofesional, nunca inferior a 1.200 € mensuales.
- Intervención como Pensionistas y Jubilados en los órganos en los que se decidan temas que les afectan.
- Derecho al cien por cien de la pensión de viudedad.
- Derecho a la sanidad en la zona de residencia: pública, de calidad y gratuita.
- Asistencia pública gratuita para los casos en que se necesite ayuda externa en la vida diaria.
- Puesta en marcha de la Ley de Dependencia sin recortes ni retrasos.

Derechos y reivindicaciones más necesarios que nunca en un año 2013 que se anuncia particularmente difícil para la clase trabajadora, tanto activos como pensionistas y jubilados. Un año más de crisis capitalista, donde el poder adquisitivo de los hogares se hundirá con el cóctel explosivo del alza de precios, impuestos y tasas y la contención de los salarios.

Sin embargo, nada es irreversible. Para cambiar de rumbo de esta situación se impone por tanto, también para los pensionistas y jubilados, organizarse en una poderosa Central Sindical Unitaria donde quepamos todos/as los/as que queremos mejorar nuestras condiciones de vida. Organizarse para combatir lo que a partir del 1 de enero ya se ha iniciado (gracias a un pacto que nunca hubieran debido firmar las CCOO con UGT, igual que no debieron firmar los Pactos de Toledo): pasar la edad de la jubilación de 65 a 67 años; aumentar el periodo de cotización de 35 a 37 años o incrementar de 15 a 25 años el tiempo requerido para estimar el cómputo de pensión, entre otras cosas.